jueves, junio 11, 2009

¿Portación de cara?

Antes de ayer, me quisieron afanar. Y digo quisieron porque la "ameba" que lo intentó cedió ante el spray de pimienta de una futura pasajera del 59, que hacía la cola, calladita, tranquilita, al igual que yo, sobre la temible y nunca bien protegida, Av. 9 de julio.
Mientras esperaba que el 59 llegara (un taxi, un remis, ALGO porque no pasaban ni los minutos por allí) , un ente se me acerca.

"Tené una moneda, amiga?"
"No, perdoname, solo tengo las monedas que necesito para el bondi"
"Na, amiga, dame una moneda porque tengo que i al hopital vité, a ver a mi vieja, vité"
"No, perdón, pero no tengo más monedas"
"Sabés que pasa flaca, me vá a tené que dar todo lo que tené en la catera, porque toy calzado y te voy a vaciar el cargado encima, tendiste?"

Ni una palabra de menos, ni dramatización añadida. Ese fue el cruce de palabras. Aunque Manducha siempre creyó que el día que eso sucediera lo iba a delirar, tirarle con lo primero que tenía a mano, y demostrarse desafiante, ella sólo atinó a retobársele. "No flaco, no te doy nada" (Nota: esto se decía mientras Manducha retrocedía, con lágrimas, sin llantos pero lágrimas, hacía la mitad de la calle, rogando que alguien pasara. O que alguien la pisara; antes muerta que entregarle todas mis pertenencias)

Por qué me eligió de entre todas las transeúntes cuando no estaba ni demasiado bien vestida ni lo miré nunca a la cara? (estaba pensando en un video de You Tube y mirando el reloj del Banco Itaú) Por qué habrá pensado que yo tenía algo para darle? (Tenía mil cosas, pero antes prefería el cargador entero en mi sistema que verle la cara de felicidad al hacerse de un botín sin siquiera sacar las manos de los bolsillos) Por qué a mí, que aprendí a no mirarlos con desprecio ni negarles un cruce de palabras?

Estoy segura que no tenía un arma, que no se muere de hambre, y que su celular es mejor que el mío. Quién me va a hacer creer ahora que lo hacen porque están desesperados, porque nadie les enseñó, porque no saben otra cosa?
Yo no tengo miedo, ni vivo paralizada.
Pero,Susana, nunca tuviste tanta razón.
Aunqu a esta altura, habría que ser más detallistas."El que intenta afanar, también tiene que morir"
Sí, sí. Díganme lo que quieran.
.

2 comentarios:

Blue dijo...

Estoy con vos. All the way. Y ahora por favor contame cómo terminó la historia...

Anónimo dijo...

Nenu que bajon!! Igual Mandy...muchos ovarios nena eh!! Tuviste suerte q el tipo no te hizo nada!! Qué pasó al final?? Toddaass tenemos que tener un gas pimienta... en la Bond los venden! Salvan a muchas!
Beso

Maru